En general la calidad del hielo está determinada por su consistencia que debe ser maciza, el color cristalino nos hablará de su pureza y respecto al tamaño, mientras más grande sea, mejor para la mezcla pues tendrá mayor duración...
La finalidad del hielo es la de mediante el frío y su volumen ayudar a mezclar los ingredientes dentro de un vaso mezclador o coctelera, ayudar a diluir melazas, azúcar, zumos y generar una mezcla homogénea. En algunos casos ayuda a formar la espuma y cremosidad cuando usamos licores crema, nata, zumos y huevo. El frío disminuye la percepción del alcohol y hace que la bebida se sienta más equilibrada.
El hielo debe usarse una sola vez para enfriar la mezcla y en caso que la copa lleve hielo, este debe ser nuevo. Para enfriar la copa utilizaremos un tercer hielo y en el mejor de los casos, si podemos tener el cristal refrigerado, la duración del cóctel en óptimas condiciones de frío será más larga.
Un buen hielo siempre será un gran aliado en la coctelería, pero si queremos que sea el perfecto aliado, podremos influir para que este sea un ingrediente más de nuestra mezcla. Si podemos intervenir en su fabricación, podríamos aromatizar los hielos para que den ese toque diferente a la mezcla, con un tipo de agua seleccionada, con un toque botánico o incluso agregarle un poco de Angostura o Campari para cócteles tipo aperitivos, donde los hielos tendrán un color rosáceo particular y atractivo.
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